S01xCap. 01 - Evidence

Selene Gallio // Black Queen
Mutante | HellFire
Calles Manhattan Ft: Nathan Grey
[justify]Era un momento bastante crucial en muchos aspectos para la comunidad mutante. Emma y sus seminarios, siendo una portavoz y un ejemplo a seguir para los que como ella, tenían el gen x. Bueno, no negaría que tenía estilo, pero era demasiado estrambótico para mi. A ella le gustaba ser el centro de atención, mientras que yo me movía mejor entre las sombras. Suponía que por eso ella era la blanca y yo la negra. Sonreí.

Dos reinas telépatas enfrentadas cromáticamente. Sin embargo, Frost era... Frost. No la consideraba mejor que yo y había demostrado que sus habilidades estaban en plena forma, así que no sabía si creerla inferior a mi. Por otro lado, ni era mi amiga ni era mi enemiga. Nos soportábamos... y siendo como éramos las dos, era bastante.

Sin embargo, el Círculo no estaba contento con ella. Había abandonado sus labores como Reina Blanca y se había dedicado a viajar por el país y a poner su bella cara frente a las televisiones nacionales. Pues bien, si ella no hacía su trabajo yo no trabajaría el doble por su causa. Y estaba cerca. Podía sentir su presencia aunque no me concentrara. Era algo lógico, ya que conocía su huella psíquica a la perfección. Otros telépatas andaban por la zona, siendo tan descuidados que no cerraban sus mentes. De quererlo, podría lanzar ataques psíquicos a varios de ellos y hacerlos sucumbir a mis habilidades. Pero tenía otros planes...

Una fuerte psique, la cual se protegía a si misma, estaba en la ciudad. No me había arriesgado a levantar sus defensas para que no me confundiera con una enemiga... no quería ser su enemiga, quería hacerle una proposición de trabajo. "Buenos días pequeño" exclamé en su mente."Es un placer observar a un joven tan prometedor como tú con pleno control sobre sus habilidades" añadí con un aire cómico en mi voz mental. "Permíteme presentarme, soy Selene Gallio y si no te resulta inapropiado, me gustaría mantener una charla contigo" le dije. "Te pido disculpas además, por mantenerme oculta a tus ojos y tu visión astral, simples medidas de precaución en estos tiempos tan inestables" una ligera risa se escuchó en la mente de Nathan. "Si estás interesado en lo que pueda decirte, te espero en la cafetería Paris. Pídeme un té verde con extracto de limón, muy frío pero sin hielo. Así sabré que eres tú... y me mostraré" le dije, ya que al igual que yo me protegía de incursiones externas, él tenía sus defensas levantadas.

Está de más decir que ya me encontraba en dicha cafetería, leyendo el periódico tranquilamente mientras escuchaba el noticiero en la televisión. Pero era más la información que ocultaban el gobierno de la que se decía... siempre pasaba igual... el gobierno y sus secretos.

Jhonny Storm // Human Torch
Metahumano | Fantastic Four
Manhattan Ft: Sue Storm & Janet Van Dyne
Todo era un caos por la ciudad. Edificios destruidos, calles cortadas por los escombros, blablabla. Y yo me había perdido toda la diversión... cuando vi los videos que algunos espectadores subieron a Youtube de esos vengadores... Por favor, si no tenían la mitad de estilo que yo... y ese Iron Man... ¿qué pretendía entrando en aquel portal? No era un héroe, únicamente era un millonario aburrido con juguetitos para entretenerse que para colmo, quería ser el centro de atención...

Pues no pensaba permitirlo por mucho tiempo. El hombre de hierro se enfrentaría a la vanidad de la Antorcha, a ver quien resultaba más popular. Pero eso tendría que esperar, ya que mi querida hermanita me había obligado a acompañarla a la ciudad para ayudar en las reparaciones. Y había ido a regañadientes... digo. ¿Dónde estaban esos Vengadores a la hora de limpiar la basura? Desaparecidos... vaya héroes...

Envuelto en llamas estaba usando mis habilidades térmicas para devolver la linealidad a algunas vigas de acero que se habían doblado a causa de los extraterrestres aquellos o por alguno de los "héroes". También soldaba las que se habían roto. No era nada complicado, pero exigía concentración y paciencia, cosas de las que no andaba sobrado a decir verdad.

Mientras estaba en aquella labor "humanitaria", llega a mis oídos el sonido de una voz femenina. Sin poder remediarlo, dejo lo que estaba haciendo y vuelo hacia el origen de aquella voz. -dime ¿Reed está también por aquí?-escuché decir a la chica. -El estirado está en su laboratorio preciosa-le contesté mientras levitaba envuelto en llamas a su altura. -Pero es mejor así, creéme...-le sonreí y le guiñé un ojo. -No sabe divertirse... Mientras que la Antorcha está aquí para calentar el ambiente-añadí picarón.

Esta nueva linea de tiempo me daba infinitas posibilidades para seguir con mis experimentos, y los recientes hechos aunque habían causado que muchos mutantes perdiesen sus poderes, cada vez estaba mas cerca de que los mutantes inyectados recobraran sus poderes. Lo mas probable es que la esencia de "La Cura" solo era temporal y lo que habían hecho era concentrar el ingrediente principal para que fuese mas permanente, pero el gen mutante atacaba la denominada "La Cura" y algunos sin saberlo se quedaban con dosis bajas de sus poderes, casi imperceptibles para ellos. Solo algunos que se esforzaban demasiado en intentar recobrar sus poderes mentalmente, lograban generar un aumento de su Gen-X, que había disminuido "La Cura".

Ahora me dedicaba a esto de experimentar, ya que al principio llegue buscando aliados en las sombras, ya que sabia que en esta linea temporal ya existía un Hank McCoy solo que este era una cucaracha y luchaba por ¿lo derechos mutantes? que chiste era ese... En relación a la contratarte de mis aliados de mi linea temporal estaban escondidos o desaparecidos o peor estaban muertos, me hubiese gustado la idea de que Holocausto estuviese en este mundo, pero con la misma personalidad con la que yo le conocí, aunque por las malas jugadas del destino probablemente era un idiota, como el cretino de este Hank McCoy.

-Annabelle...- dije asombrado y algo confuso, pero no alegre...no se que sensación me daba o tenia esta circunstancia en que vivía -Tu...eras....tu misión...tu...poder...- empece a recordar exactamente quien era, cuando fue la ultima vez que la vi y porque había desaparecido de todo -Que paso??- le pregunte bastante curioso y luego note que no parecía muy alegre o mas bien parecía algo aliviada de verme -¿Terminaste y cuando volviste supiste lo que paso en Alcatraz?- volví a decirle pero esta vez tratando de adivinar sobre lo que le había pasado... si era eso... bien, vivía prácticamente lo mismo que yo... todo en lo que creía se había esfumado... y de un segundo a otro... no tenia nada.
-Ya veo que te acuerdas de mi nombre- me dijo suavemente y afirmo con la cabeza que era ella y confirmo todo lo que yo supuesto acerca de ella -Cuando termine la misión me entere de lo que paso en alcatraz, asta fui al lugar donde sucedió todo- me dijo mirando el suelo, parecía realmente lamentarlo como yo - Fui a la hermandad pero allí ya no quedaba nadie, llegue demasiado tarde... - nos movíamos mucho y la guarida de la hermandad antes de la batalla fue desalojada y destruida, como significado de que no habría vuelta atrás, supongo que Magneto tenia en su mente la visión de lo que paso, quizás no tan... drástico pero si el resultado de que perdiésemos -Me voy a una misión y cuando vuelve todo mi mundo esta patas abajo... - susurro, realmente no solo yo era el devastado con todo esto, muchos de los mutantes estábamos devastados -Si hubiera terminado la misión antes tal vez podía haber echo algo...- dijo con algo de remordimiento, no hubiese significado nada, la habían mandado en esa misión para que aprendiera mas y madurara, de volver antes no hubiese sido un gran cambio... tomo lo que se demoro - Eres el primero que encuentro - lógico, muchos habían muerto y otros como Mystique habían perdido sus poderes -¿Me puedes contar que paso?- me pregunto.
-Yo sabia que podías leer la mente...- recordé sin ganas y animo, me sentía horrible y ahora ella me recordaba todo lo que pudimos haber tenido los mutantes, pero no los habían arrebatado -La historia es conocida, lo único que no se supo fueron detalles y cosas por el estilo...- incluso para mi era difícil recordar, una gran batalla y luego una derrota que me dolía mucho, no era la mejor experiencia -Muchos mutantes murieron, otros perdieron sus poderes y otros como yo.... bueno fuimos derrotados pero sobrevivimos para vivir con la idea de que pudimos tenerlo todo- le conté bastante desanimado y con vergüenza, ya que aveces prefería haber muerto -La hermandad estaba triunfando, cuando todo se volvió confuso, los hombres X ayudaron a los homo-sapiens y finalmente fuimos derrotados, divididos y asesinados - el propio Magneto había perdido los poderes mientras yo estuve congelado y luego de que lo buscase, no tenia animo ni esperanza, ya no era... el gran líder o visionario que conocí -Es mejor que no hubieses estado, fue una derrota total.... mejor que conserves la idea de que podría haber hecho algo a que... lo que me... nos paso a todos... fuimos humillados y despreciados- gruñi finalmente, me molestaba demasiado lo que había pasado y no tenia un hogar ahora, solo recuerdos y sueños destruidos... condenado Bobby...

Después de que la iniciativa Avengers fuese un éxito, esta se desarmo y se dividió, era algo lógico pensar que nunca seguirían juntos por mucho tiempos, eran muy diferentes y con la inclusión de Stark denoto que no se tuvo lista al 100% cuando se requirió, lo bueno es que sirvió, hubo bajas importantes, varios agentes y varias armas Asgardianas que se fueron con Thor y su hermano. La plaza de Coulson estaba vacía y se sentía entre los demás agentes su perdida, había un vació entre todos, faltaba algo...
Yo me había encargado de los mutantes descontrolados y estábamos haciendo una especie de registro "no oficial" de donde estaban la mayoría de ellos, después de la batalla de Alcatraz S.H.I.E.L.D, empezó a tomar mas poder en ese sentido, yo mismo me había ofrecido como mediador de los mutantes capturados, mi co-original el ladrón de bancos y que funciono como señuelo para que el ahora mutante sin poderes conocido como Magneto causara un caos, por suerte no habia terminado tan mal, ya que los hombres X habían ayudado en la seguridad, yo tenia confianza en ellos en el pasado, pero ahora con la muerte de su guia y mentor Charles Xavier, no sabia que rumbo tomarian. Eran demasiado poderosos para no desconfiar de ellos.

Justo como lo esperé el muchacho negó tácitamente ser un mutante. “Soy un estudiante de geología y nada más” dijo pero mi telepatía me permite ver en su interior; sé que tiene dudas y miedo, miedo de no poder controlar sus dotes y de que un agente gubernamental, vaya pues, que el gobierno en sí, sepa de sus talentos. Sin embargo aceptó mi ofrecimiento.

-Tengo la tarde libre a si que no tengo ningún inconveniente de tomarme algo con usted. Aunque tengo curiosidad por conocer esa fuente suya que afirma que soy un mutante; la voy a defraudar señorita, pues su fuente esta equivocada.
Si trabaja para el gobierno tendrá usted acreditación ¿no? -

En respuesta sonrío y muerdo mi labio inferior, la coquetería es algo presente perpetuamente en mi naturaleza.

- Claro que sí – respondo y busco en mi cartera, una cartera especialmente elegante, costosa y bonita diseñada por Louis Vuitton, mis identificaciones hasta dar con la tarjeta que valida mi pertenencia a la “Secretaría de asuntos mutantes” del gobierno de los Estados Unidos de Norte America. Se la muestro al muchacho. - Si está todo en orden, señor inspector, le sugiero que me acompañe – le digo bromista y con un elegante movimiento de mi cabeza señalo Mercedes Benz SLK 250 aparcado en la acera para, posteriormente caminar hacia el – tranquilo, ya viste mis credenciales y sabes que no soy ninguna secuestradora de chicos guapos – hago una pausa y lo recorro de arriba abajo con mi penetrante mirada; lo estudio, analizo cada pequeño detalle de su anatomía – aunque en tu caso podría hacer una excepción – hago un guiño y subo al auto. Cuando el está abordo comienzo a conducir rumbo a un elegante café muy alejado de su colegio – descuida, cuando termine nuestra pequeña charla, yo misma te devolveré a tu casa y, si lo deseas, también puedo explicar a tus padres el motivo de tu retardo. Lo que menos deseamos es meter a “los nuestros” en más predicamentos de los que seguramente ya tienen por ser mutantes – después de eso un silencio incomodo se apoderó de la situación.

Al llegar al establecimiento salgo del auto y le entrego las llaves de mi vehículo al “Valet Parking”. Puedo percibir en mi mente la estupefacción del chico, perteneciendo a la clase media seguramente no frecuenta está clase de establecimientos tan exclusivos; seguramente tampoco escuchó hablar del Helfire Club. Juntos caminamos hasta la recepción, dónde un mesero solicita mis apellidos.

-Frost, Emma Frost – le digo con la actitud propia de una aristócrata y el nos indica que los sigamos para asignarnos nuestra mesa. Techos altos, cortinas elegantes, cubiertos de plata, comida excelente y música en vivo son solo algunas de los elementos que convierten a este restaurante en uno de mis favoritos - ¿Y bien señor Summers? ¿Qué le parece este lugar?- le pregunto valiéndome de mis labios “¿Hasta cuando va a pretender que el gobierno de los Estados Unidos está equivocado y que usted no es un mutante? Ah, así es, yo también soy una mutante como usted y puedo ver sus pensamientos, por eso no vale la pena seguir fingiendo…puedes ser sincero conmigo” agrego mentalmente. Solo espero no sonar demasiado intimidante para un muchacho de su edad.

Veo como el sol cae sobre distintos objetos y personas en esta plaza. Veo como algunas parejas comparten un picnic entre ellas. Veo como padres y abuelos sacan a pasear a sus hijos y nietos, para que se diviertan. Veo como otros ancianos utilizan el mismo sector que yo de la plaza, la parte del ajedrez. Veo como un niño de unos diez años observa con atención cómo muevo las fichas. Hace rato que está parado ahí, con sus manos en la espalda, la mirada atenta y cierta timidez en sus ojos. Al igual que en los últimos días, mis estrategias en este ajedrez tienen que enfrentarse a mí mismo, dado que no tengo interés en tener un oponente real.

Fijo mis ojos en el peón que está a punto de capturar la torre. El niño no deja de mirarme y eso me está poniendo nervioso. ¿Por qué no se va y me deja en paz de una vez? Llevo dos dedos a mis labios, en actitud pensativa, y luego decido tomar un caballo con un alfil. Y el niño sigue ahí. ¿Acaso le parece divertido que un viejo como yo juegue contra si mismo? Sin sonreír me giro hacia él y me lo quedo mirando durante unos minutos. Por un momento noto que se asusta en cuanto ve que lo miro.

-¿Estás esperando a tus padres?

-No, señor.

-¿Acaso no tienes familiares?

-La señora Hooksmoor me cuida en el orfanato, señor.

-¿Y por qué no estás allí?

Veo que se pone colorado por la vergüenza, dado que me responde:

-Porque me escapé, señor.

-¿Y por qué te escapaste?

-Me gusta el ajedrez, y en el orfanato no tenemos. Si vengo aquí puedo aprender, señor.

Un chico con iniciativa. ¿Quién iba a decirlo, aquí, en esta sociedad? Me lo quedo mirando durante otros minutos, no parece que me tenga miedo, ya no. Puedo notar en él esa luz de esperanza juvenil que teníamos mis hermanos y yo en Alemania, hace ya tanto tiempo. Erik, viejo tonto, te vas a arrepentir por lo que vayas a hacer.

-¿Quieres jugar?

-Claro, señor.

El chico se emociona ante la propuesta, debe ser la primera vez que sus manos tocan un tablero y fichas de ajedrez. No es Charles Xavier, pero puedo enseñarle, al menos serviré para algo.

-¿Sabes jugar?

-Sé el nombre de las piezas y cómo se mueve, más nunca había jugado antes.

-Tú mueves las fichas blancas, son las que comienzan primero. Lo primordial, niño...

-Max, señor, puede llamarme Max.

Me quedo helado durante unos segundos al oír ese nombre, pero rápidamente me recompongo y contesto, con calma:

-Bien, Max. Lo que no debes olvidar es que quien domine el centro del tablero gana el juego. Y es importante también darle prioridad a los peones, dado que con ellos podrás coronar reinas. Recuerda bien: ganar el centro, salvar peones y mantener alejado al rey del peligro.

-Si, señor. Ganar el centro, salvar peones y mantener alejado al rey del peligro.

-Muy bien, comienza.

"Buenos días pequeño, es un placer observar a un joven tan prometedor como tú con pleno control sobre sus habilidades"

"Permíteme presentarme, soy Selene Gallio y si no te resulta inapropiado, me gustaría mantener una charla contigo"

" Ahora me sorprende más que tu poder tu seguridad para dar por hecho que atenderé tu petición, y además de eso poner como un lugar de encuentro ese sitio tan vulgar...repleto de humanos inútiles"

Le digo telepáticamente y luego dando una mirada de lado prosigo.

"Te veré ahí...no esperaré más del tiempo en que considere es suficiente, si después de eso no haces tu mágica aparición acabaré con el lugar entero de un chasquido..."

Mientras le indicaba al niño como jugar con estilo y elegancia, observo a una joven caminar por la vereda, justo junto a nosotros. Este lado de la plaza me permite tener una visual muy importante, no quiero que me tiendan una trampa o algún ataque sorpresa. Observo a la joven acercarse a nuestra posición, sin darse cuenta aún de mi presencia, pero sus mechones blancos no me pasan para nada desapercibidos. Los conozco bastante bien.

-Rogue, querida, que gusto verte -digo, elevando la voz para que me oiga. El pequeño Max continúa frente a mí, esperando que mueva.- Ven aquí, amiga mía, déjame presentarte a Max. Es un joven prodigio que tuve la suerte de conocer.

Las sonrisas inocentes del niño tal vez consigan el efecto que deseo, atraerla a mí y darme algo para cambiar mi monótica y nueva vida. Una conocida de los viejos tiempos, solo espero que no tenga ganas de vengarse de mí justo ahora, cuando estoy débil y sin poderes.