S01xCap. 01 - Evidence

Rogue
Anna Marie||22 años
ft: Magneto|| Parque de Queen

Me quede pensando en lo que había dicho Magneto, no sabía porque pero supongo que en ciertas cosas tenía razón, él conocía desde mucho antes que yo al profesor. Por otro lado también me había parecido que llevaba algo de razón cuando me comento sobre que los humanos iban a luchar cuando se sintieran amenazados, supongo que todos si nos sentíamos amenazados íbamos a tratar de acabar con aquello que nos daba temor.
Eleve la vista cuando vi que se levantaba y luego mire a mi lado que el niño estaba totalmente emocionado porque iba a poder escaparse para jugar, por mi parte pensaba que estaría mejor si pudiera pedir permiso, aunque no sabía si Magneto estaba dispuesto a hacerse cargo de un niño por unas horas que estuviera Max aquí. Tome mi bolso y camine a su lado Lo mejor sería que pidieras permiso para salir Max, al menos así sabrán donde estas y hasta te podrás ganar la confianza de las personas que te están cuidando dije con una sonrisa. Saque otro dulce y me lo comí terminamos por llegar a la puerta del orfanato y llamamos para ver si nos atendían Estoy viviendo a unas calles de aquí, tengo un trabajo no es el mejor pero es suficiente para sobrevivir Dije con una sonrisa mientras seguía esperando a que abrieran la puerta, esperaba que no tardaran demasiado.

BANSHEE|Sean Cassidy
Con...Storm & Logan /En...Mansión X

Una vez que ambos salimos de la oficina para recibir a Logan, con quien no había tenido el gusto trabajar, nos dirijimos al primer piso, en donde el famoso Wolverine dejaba sus cosas y con una sonrisa recibía a Ororo quien amablemente lo recibe como es propio de ella.

Estaba seguro que ambos tenían sus historias y seguramente una que otra anécdota que recordar, de algún modo me sentí ajeno al momento, pero en seguida recordé como el Profesor hacia que todos fuéramos de la misma familia recordándonos de donde venimos. Además haber estado siguiendo el rastro de la Patrulla en sus últimas misiones y membros agregados me hacia sentir que de alguna manera los conocía.

Mis asuntos con Terry y Moira habían evitado que estuviese con los chicos ayudándolos, pero sin duda mi momento para unirme a la acción había llegado en el mejor de los tiempos.

- Soy Sean...Banshee para los colegas- digo bromista mientras estrecho la mano de Logan, digo si vamos a trabajar en el mismo equipo es bueno ir conociendo nuestro "nombre de batalla"-.

- Por cierto puedes estar tranquilo, tu lugar en el equipo no podría ocuparlo cualquiera...o mejor dicho no creo que nadie pueda ocuparlo,- le digo mientras sonrío y me cruzo de brazos- digamos que a los alumnos les agrada tener a alguien fuera del "molde" como profesor, sobre todo si es un experto pateando culos a quienes lo merecen- añado y sonrío, o al menos si yo fuera un alumno me agradaría tener a alguien real y que no teme ser si mismo en lugar de un cara dura que sólo se apega a la teoría...sobre todo tomando en cuenta que las habilidades de los muchachos no les ayudarán a pasar un examen de matemáticas, si no que el aprender a usarlas maracará la diferencia en sus vidas cuando se trata de vivir o morir-.

Emma Frost // White Queen.
Mutante - ¿?
En: Manhattan
Con: Alex Summers.

X-MAN|Nathaniel "Nate" Grey
Con...Selene /En...Manhattan, Cafetería

Al llegar al lugar acordado pedí la bebida acordada para que aqulla voz invasora de mi mente se hiciera presente, si no por su atrevimiento acabaría con cada uno de los presentes esperando que alguno se tratase de ella, o bien para mostrarle que mi presencia en cualquier lugar no es para nada insignificante.

La bebida llega a mí acompañada con un mensaje "mesa 8", al menos tenía palabra y no se andaba con juegos estúpidos de misterio que hoy en día estaban ya bastante devaluados.



Me dice mentalmente mientras yo dirijo mi mirada a la mesa encontrándome con una mujer bastante atractiva pero letal ante mis ojos.

Dejo mi lugar cerca de la barra y con la bebida en mi mano me acerco a la mesa donde yace la sensual mujer de cabello oscuro.

- Un placer verlo por fin- expresa con esa sonrisa que dota de un tono familiar sus palabras, sonrisa que de alguna manera se asemeja bastante al bastardo de Siniestro...vacía y fría pero que corta con su filo cualquier temple-.

- No puedo decir lo mismo Madame...no soy bueno fingiendo aún cuando así lo requiere una situación como ésta- digo directo mientras noto su exhuberante cuerpo y esa mirada profunda que muestra no sólo a una fémina exquisita, si no a una con un alma bastante vieja y poderosa. Por un segundo intento entrar en su mente y saber más sobre ella, pero mis intentos son inútiles-.


Me dice telepáticamente al tiempo que dejo la bebida en la mesa y tomo mi lugar frente a ella mirándola fijamente a los ojos. La curisidad sin duda no fue la que apresuró mis pasos hacia este lugar, más bien fue la necesidad de saber como una mente de esta línea temporal pudo irrumpir en la mía así como así.


Le digo mentalmente y con una sonrisa me reclino sobre el respaldo de la silla, cruzo mis brazos y recargo mi antebrazo en la mesa que ambos ocupamos en aquél pestilente lugar.

- Espero no se sienta alagada ni mucho menos por mi nula demora al arribara nuestra cita, tenía mis propios planes después de todo, es sólo que...debía conocer cara a cara esa voz que escuché al caminar por las calles de la Ciudad- le digo con cierta presunción, después de todo no sigo vivo por mi dulce y caritativa personalidad- y debo decir que estoy bastante impaciente por saber en que puedo ser yo útil para los suyos- pregunto mientras imagino que ella está usando algún tipo de control mental en los presentes, ya que una estela telepática para ser registrada por mi sentidos, además de que todo parece estar detenido a nuestro alrededor dándonos un espacio para nosotros sólos y nuestra charla-.

CANNONBALL|Samuel Zacharias Guthrie
Con...Rahne /En...Mansión X

Tan pronto dejé a Remy al pie de la puerta del famoso cuarto del peligro me dispuse a ir a mi habitación y tomar una ducha, esperaba sin embargo que hubiese tomado en cuenta mi proposición y entrenara un poco con Noriko, digo quizá él sería nuestro nuevo profesor, así que ¿por qué no empezar con el pie derecho con algunos de los estudianyes?

No muy lejos de la sala del peligro, en los corredores laterales me topé con la pelirroja Sinclair, con quien no podía negar la química fluía como si se tratase de uno de mis colegas del pueblo, lo cual en estos alrededores no se daba mucho, sobre todo porque la mayoría eran citadinos y no solía encajar muy bien con ellos por más social que fuera.

- Sam...-me dice con esa voz tan sútil y algunas veces tan tímida que la caracteriza ¿Sales de entrenar? ¿Sa..Sabes si puedo entrar?- me pregunta mientras evita contacto visual conmigo hasta que mis ojos logran captar los suyos y le sonrío a esa carita adornada con unos grandes ojos azules que la mayoría del tiempo huyen de los demás-.

- Así es pelirroja precisamente vengo de ahí...aunque seguro lo notaste por el suave aroma que mi cuerpo tiene en este momento- añado bromista mientras trato de sacarle una sonrisa a la chica, que la mayoría tacha de rara, lo cuál es irónico en un lugar como estos, aunque bueno...no sería la única, la peculiar Illyana Rasputín entraría en el mismo círculo de personas tachadas por simplemente ser diferentes-, y bueno...siendo sincero no estoy muy seguro si puedas entrar, justamente ahora están dentro Noriko y un nuevo miembro del Instituto...aunque podrías unírteles si quisieras, o bien puedes acompañarme a tomar algo después de darme una ducha ¿que dices?- comento, aunque quizá realmente quiere aprovechar el tiempo y entrenar en lugar de simplemente "pasar el rato", digo siendo que yo ya entrené podría estar pecando de egoísta, pero es que una chica tan solitaria como Rahne necesita buenos momentos que recordar en el Instituto-.

Después de la derrota de Loki al igual que otros de los Vengadores había tomado un camino distinto, no estaba fuera del mapa como algunos otros pero había regresado a realizar misiones como antes de unirse al grupo de super herores, había regresado a su país por petición de un viejo amigo, ahora se encontraba en esa basta e inospita tierra realizando misiones peligrosas que solo a ella podían encomendarle dada su habilidad de pelea e inteligencia para salir de situaciones que otros considerarían imposibles.

Las demandas le estaban lloviendo a la compañía Stark desde que Tony había decidido dejar de lado a S.H.I.E.L.D. Claro que jamás lo ponían a nombre de aquel proyecto secreto si no empresas variopintas, no eran idiotas pero sabía que no era más que una táctica para obligar a Tony a volver al ruedo. Solo esperaba que no quisieran reclutarme... no estaba seguro de querer unir mis fuerzas a este equipo, poco hacía este gobierno con los maleantes regulares, de los que me encargaba yo. No quería dejar Nueva York indefensa pero era el mundo lo que estaba en juego ahora...
En fin, la firma había cerrado sus puertas por el día y yo estaba volviéndome a mi apartamento. Uno cómodo, que quedaba apenas a unas cuadras del bufete por lo que volvía siempre caminando. El miedo jamás me acompañaba, no por nada me hacía llamar "El hombre sin miedo".
Faltaba apenas una cuadra para llegar cuando olí en el ambiente una esencia embriagadora que me trajo viejos recuerdos-Jazmín e incienso-susurré y sonreí. Solo una persona podría llevar un perfume tan peculiar en una ciudad como NY. Seguí el efluvio hasta que el taconeo particular de una chica que hacía tiempo no veía y que había volado mi cabeza más de una vez en el pasado- Elektra-dije con voz firme aferrándola del brazos para que se diera la vuelta. No era necesario que dijera palabra, podía sentirla, por más que mi sexto sentido no estuviera completamente funcionando por la luz solar restante. - Qué... Qué estás haciendo aquí en Nueva York? Ha pasado tanto tiempo...-demasiado. Más del que a mi me hubiera gustado que transcurriera.

Acababa de salir de mi dormitorio, era increíble compartir un lugar con alguien y que esta persona no te llamara "uno de los jinetes del apocalipsis". Más aún, en este lugar la gente parecía interesarse en lo que yo pudiera hacer, en que yo mejorara y aumentara mis poderes... no estaba segura de querer lo mismo. Cada vez que mis poderes salían a la luz, algo malo pasaba. Mi padre, desde el comienzo me había dicho que era una aberración, producto del pecado y... algo de razón tenía.
La dra. McTaggert me había dicho que no me preocupara, que todo iba a estar bien ahora y que debía obedecer las órdenes del profesor Charles Xavier... solo que él estaba muerto! Yo estaba mejor en la isla de Muir, con Moira y su equipo, aquí me sentía otra vez extraña...
De todas formas planeaba ir a ver lo que llamaban "la sala del peligro". Una habitación donde se suponía, ponían a prueba tus habilidades. No era mi intención probarla aún, no controlaba mis poderes y no quería dañar a nadie. O peor aún, me aterraba no poder defenderme cuando lo que sea que hubiera allí adentro viniera a por mi. No, definitivamente no estaba lista aún...
Cuando estaba llegando a la puerta vi a Samuel salir de allí. Él era de los pocos con los que había entablado algún tipo de relación en el tiempo que llevaba aquí- Sam...-le dije casi en un susurro, como solía hablar yo- ¿Sales de entrenar? -la respuesta era más que obvia, estaba todo sudado y parecía cansado. Que pregunta idiota la mía - Sa..Sabes si puedo entrar?- le pregunté. A mirar, obviamente.

- Así es pelirroja precisamente vengo de ahí...aunque seguro lo notaste por el suave aroma que mi cuerpo tiene en este momento- me dijo y solté una débil sonrisa-Apestas-le dije bromeando, aunque era verdad-Recuerda, olfato lobuno-agregué tocando mi nariz con un dedo. Ese chico me simpatizaba mucho, era el único que no parecía salir corriendo cada vez que entraba en algún lugar-, y bueno...siendo sincero no estoy muy seguro si puedas entrar, justamente ahora están dentro Noriko y un nuevo miembro del Instituto...aunque podrías unírteles si quisieras, o bien puedes acompañarme a tomar algo después de darme una ducha ¿que dices?-miré hacia la sala. Como había dicho antes, no era mi intención probarla en estos momentos-Está bien... no creo estar en condiciones de luchar aún-le dije desviando mi mirada nuevamente hacia él- Te acompañaré si te parece bien-le dije sonriéndole tímidamente. Cuando nos volteamos para ir hacia las habitaciones le pregunté-Y dime... qué es lo que hacen exactamente en esa sala?-había escuchado rumores de todo tipo, cosa escalofriantes muchas veces.